dimecres, de juny 09, 2010

Mans enrere = alguna cosa a amagar

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Ingla va millorar molt en el debat d'ahir de 59 segons de TVE. Per cert, mireu la foto prèvia. En llenguatge no verbal, en campanya, les mans a la vista són molt importants. Ahir, tots naturalment s'hi van posar davant les càmeres... menys en Rosell. El missatge de les mans amagades a l'esquena (i no és la primera vegada que ho fa) apunten que alguna cosa no es vol mostrar. Coherent amb el que va transmetent durant la campanya (i de fet, des que fa 5 anys va començar a fer pre-campanya).
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PS1: per cert, recordatori per a qui vulgui entendre: el banner de la dreta d'aquest blog i altres posts i articles meus crec que deixen clar que estic en la campanya Ingla. Seria del gènere absurd repetir-ho cada cop que escric sobre el tema, oi?
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PS2: per escriure coses d'aquestes, sense insultar i amb crítica crec que com a mínim plausible, he rebut insults i assetjament virulents. Mai des que escric (i ja comença a fer uns anys) m'havia passat. Parlo de política constantment, critico (més als que són al govern, clar) i mai el nivell de feedback per part dels criticats (i afins) havia estat tan desagradable. Apunt per elogiar la política o per manifestar el nivell denigrant de certes campanyes al voltant de les eleccions Barça. La coacció a la xarxa feta consigna. Una pena.
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2 comentaris:

Anònim ha dit...

Toni... Les mans al davant en aquesta posició, no denoten protecció? I les mans al darrera, seguretat? Tic feta un embolic...

Gràcies

Anna Vilaginés

TONI AIRA ha dit...

hola anna! quí explicació a què jo em referia (d'entre les moltes que hi poden haver, ja que això no és una ciència exacta):

Manos que se ocultan tras la espalda o en los bolsillos

(Ver también más atrás: "BRAZOS QUE OCULTAN LAS MANOS").- Ocultar las manos es un indicador de ansiedad y de culpabilidad, relacionado con algo indeseable o reprobable que han hecho las manos y que se desea ocultar. A menudo, es un recurso para ocultar la inhabilidad del sujeto para resolver el dibujo de las manos o para ocultar su dificultad para relacionarse con los demás.

La actitud de defensa expiatoria frente a complejos de culpabilidad, no siempre es fácil de hallar en los protocolos normales. En cambio, nos ha sido posible verificar algunos casos donde el sujeto deseaba ocultar o controlar impulsos agresivos que le hubieran llevado a situaciones de conflicto desagradables en el ambiente familiar o profesional. Esto nos hace pensar que debemos interpretar, en primer término y en sujetos normales, las manos ocultas como signo detector de huida o evasión de situaciones o problemas conflictivos con la familia o en el ambiente profesional.

También, en los protocolos de sujetos normales, no enfermos psíquicos, ni delincuentes, puede tratarse de actitudes de indiferencia, desconexión, falta de interés, etc. en la participación social o comunitaria de ciertos actos o reuniones que carecen de atractivo e interés para el sujeto.

En general, las manos ocultas son la expresión de una actitud de defensa del Yo frente a reuniones o actos comunitarios o ante sentimientos inconscientes de inseguridad, de culpabilidad o de indiferencia.

Karen Machover y otros autores que han trabajado sobre enfermos psíquicos y delincuentes, han encontrado las manos ocultas, bien sea en delincuentes de todo tipo, en psicópatas, en sujetos inclinados al ocio, a la masturbación, al empleo del revolver (atracadores) y en otros desadaptados sociales.

Nosotros, en nuestras tareas de selección y promoción de personal hemos trabajado, generalmente, con sujetos relativamente adaptados y con problemas psicológicos más bien normales. Estos sujetos eran elegidos de acuerdo con un ex men grafológico previo. Por esta razón, los casos de desadaptación social han sido mínimos, es decir, hemos vivido pocos casos anormales. Es por esta razón que aconsejamos, antes de etiquetar a cualquier persona analizada, comprobar con otras pruebas y con la técnica de la entrevista, la posibilidad de síndromes patológicos o de una conducta antisocial.

No es aconsejable utilizar cada interpretación al estilo de un recetario de cocina, consultando cada signo -como dice la Dra. Koppitz- tomando su significado al pie de la letra y saliendo con el diagnóstico "listo para llevar", sin considerar la figura total, sin tener en cuenta el sexo del examinado, la edad, el estado civil, la profesión, el contexto socio-cultural y la situación actual en que se encuentra el sujeto. Proceder de este modo en los psicodiagnósticos seria una forma de actuar irresponsable.